Adentrándose en lugares alejados de la urbe, Sánchez nos conduce por geografías rurales que despiertan diversidad de sensaciones en torno al silencio y la reflexión. Espacios y vivencias condensadas en su técnica, gracias a la cual ha conquistado la maestría del trazo realista. Depurada por su instigación e influencia en el documento fotográfico, Oveimar Sánchez evidencia el abanico de posibilidades expresivas contenidas entre la vegetación, ríos, reflejos, neblina, ocasos, cielos, piedras y todos aquellos elementos que hacen de su composición pictórica una invitación a la introspección. Entre un sinfín de variantes de su característica gama de verdes, nos revela la amplitud y matiz de la luz y su reconocimiento ante la belleza del ecosistema natural colombiano.